Lo que Álvaro Uribe debe aprender de Colombianos por la Paz

09Mar09

Colombianos por la Paz

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Lo que Álvaro Uribe debe aprender

de Colombianos por la Paz

1. Exigirle explicaciones a las FARC en lugar de acusarlas de inmediato por cada acto terrorista que suceda en Colombia, porque eso es reconocer que las FARC lideran las acciones armadas y que por lo tanto su presencia, eficacia  y actualidad de sus actos son reconocidos y aceptados con probada indefensa del gobierno.

2. No convertirse en la máquina de propaganda de cada acción de las FARC. Las FARC solo tienen que cometer cualquier acción, por pequeña que sea, y Uribe y la maquinaria mediática se encargan de darle todo el crédito y reproducir en gran escala el impacto psicológico que las FARC intentaron. Ayudar y complementar el trabajo de las FARC es lo más vergonzoso que puede hacer Uribe en favor de las FARC.  La publicidad de las FARC depende de la  multiplicación del temor de sus acciones y de eso se ha encargado Uribe, la radio y la televisión.

3. No ponerse de ningún lado de las víctimas caídas, puesto que el dolor de los familiares debe respetarse como una muestra de la unidad del estado y como ejemplo de compasión por el dolor de nuestros semejantes. Los familiares de un soldado o de un militante de las FARC son iguales de humanos y su tragedia familiar debe inspirar compasión nacional. Uribe debe dar pasos ejemplares para parar la venganza y la violencia en Colombia.

4. Respetar la libertad de información y si algún periodista viola su ética o responsabilidad, sus propias organizaciones gremiales y profesionales son las encargadas de condenarlo, no ningún gobierno.

5. Las diferentes versiones de la paz, las de las FARC o las del estado, tienen que discutirse y llegar conjuntamente a un consenso que permita implementar una sola paz en Colombia. Facilitar la paz es una misión noble aquí y en cualquier parte. Lo que hace falta es la dependencia, la comisión, el organismo del gobierno colombiano dedicado  exclusivamente a facilitar la paz entre los colombianos.

6. La liberación de secuestrados a cuentagotas y con la bulla que se quiera es preferible a ninguna liberación, porque ningún gobierno democrático puede permitir que sus ciudadanos sean privados de su libertad por cualquier organización ilegal. Si Uribe no negocia la liberación de los 700 secuestrados, no le queda otra alternativa que dejar que lo pasen por encima las liberaciones incondicionales. Si los intercambios de vivos no se hacen a tiempo, entonces consecuentemente vendrán los intercambios de muertos. Mientras una de las partes exija un intercambio, el intercambio está sobre la mesa. Lo que debería suceder es que ese intercambio estuviera liderado por el gobierno, como sucede en Israel con el del soldado Gilad Shalit y no liderado por las FARC, como sucede en Colombia. Si a Uribe no le interesa los restos del mayor Guevara eso no evita que las FARC exijan los restos de Raúl Reyes.

7. El derecho a la rebelión armada es parte de la  proyectada declaración de cultura de la paz de las Naciones Unidas y nada tiene que ver con Venezuela o el presidente Chávez.  De otro lado, la mitificación de la rebelión armada de Tirofijo ha sido tradición en la historia de Colombia. Las veces que ha muerto o su invencibilidad lo acompañaron toda su vida. Lo importante es acabar las FARC no enredarse en sus mitos, como el de Tirofijo.

8. Hay conceptos de Perogrullo que no se necesita ni mencionarlos. La lucha combinada de fuerzas es la rutina de todo poder. La lucha contra el crimen incluye tanto las leyes como la fuerza armada y la labor de organizaciones que impulsan la transparencia, la honestidad y una moral acorde con el bien común. El problema no es la lucha combinada de fuerzas, sino los objetivos de ellas. El Plan Estratégico de cualquier partido político u organización armada es la toma del poder. No hay misterios ni exclusividades aquí.

9. Toda organización política y gremial es importante para el funcionamiento de la democracia y para la participación de todos los estamentos de la sociedad. Sin la consideración de las minorías y la oposición no se desarrolla ninguna democracia, así sea el partido comunista o un sindicato burocrático. Sus anomalías internas van, antes que todo, contra su propio éxito, lo que provoca el surgimiento de nuevas y mejores organizaciones.

10. Algunos miembros del Partido Comunista o del Movimiento Bolivariano pueden apoyar la expresión política de una lucha armada, pero cualquier agresión o discriminación contra estas personas solo prueba  la vía de las armas que las guerrillas abogan. Las asociaciones obedecen a específicos puntos de contacto no a ninguna real  integridad o unidad total. Estas asociaciones son importantes para tratar los temas que atañen al beneficio común de los colombianos y de la región a niveles de mayor influencia. Las referencias en documentos de las FARC a miembros del servicio público o la comunidad no es para  convertir a éstos en enemigos, eso simplemente ayuda a la imagen que las FARC quieren proyectar de que tienen una base política y cuentan con el apoyo de importantes figuras colombianas. Si el gobierno apoya esta tesis de las FARC continúa reconociendo el carácter político de las FARC.

11. Los gobiernos de izquierda no son cortados por la misma tijera, ni siquiera los mismos partidos comunistas. El Partido Comunista Ruso terminó en burocracia y quiebra, mientras que el Partido Comunista Chino lleva adelante una de las economías más exitosas del mundo. El Partido Comunista de Cuba se ha mantenido en el hermetismo mientras que el Partido Comunista de Vietnam se ha abierto y ha llevado a su país a un florecimiento de gran prosperidad en su región. Decir que todos los partidos comunistas son como el cubano es tan errado como decir que todos los partidos comunistas son como el de China. Y decir que la izquierda de Brasil está por la lucha armada y contra el capitalismo es no solo desconocer a la izquierda, sino peor desconocer crasamente el liderazgo económico y político brasileño en la región. Ninguno de los proyectos de Ecuador, Venezuela, Bolivia o Nicaragua es un proyecto comunista, por el contrario son mezclas de populismo y socialismo, más parecidos a la España de Zapatero que a cualquier otro.

12. La compleja situación del conflicto armado colombiano no debe monolinearse con descarado simplismo. Las FARC no creen en las elecciones, de creer en ellas dejarían las armas. Las FARC apoyan individuos y partidos para mostrar que participan políticamente en los destinos de Colombia. Al-Caeda ha hecho lo mismo en las elecciones de Estados Unidos, pero eso no quiere decir que Al Gore, George W. Bush or John Kerry sean de Al-Caeda.  Piedad Córdoba no es ninguna candidata presidencial de las FARC, eso es ingenuo, sería de incautos creerlo. Ella es una liberal  de oposición con intereses humanitarios y democráticos, no armados. De los que entienden marxismo tenemos el caso de Carlos Gaviria, quien es un jurista muy metido en los asuntos de las leyes no de las armas. Nunca ha sido un guerrillero ni tiene planes de serlo.  De ex–guerrilleros tenemos a Gustavo Petro, quien es tan de centro y hasta complaciente con el uribismo que las FARC lo consideran su enemigo. El POLO no es el tipo de partido de las FARC. El PC Clandestino, no el PC que minoritariamente participa en el POLO, es el que se mueve ilegalmente con las FARC. Pero, reconocerlo es reconocer ipso-facto el carácter político de las FARC.

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